"Y él que sólo quería acostarse con ella,
acabó por verla dormir. Terminó por secar
sus lágrimas, escuchar sus problemas y
yéndola a recoger después de las clases.
Él, que sólo quería tocar su cuerpo, acabó
por llevarla de la mano por la calle. Él,
que sólo quería un lío de una noche, se
convirtió en adicto de sus besos, de su
pelo, de ella. Pasó de querer comérsela
a querer comerse el mundo con ella".